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La jornada más importante de las fiestas, desde el punto de vista religioso, contó con la presencia de cerca de tres mil personas para acompañar el desfile procesional por las calles del municipio de la imagen de la Santa y su reliquia, el Santo Brazo. Pasadas las seis y media de la tarde la imagen salía de la iglesia de las Madres Carmelitas para ir a buscar a la puerta del convento la reliquia. Este protocolario paseo contó con la presencia de decenas de sacerdotes y religiosos, incluido el Obispo, Carlos López, que presidió la comitiva. Acompañados por los vítores y la música de la Banda, la procesión partió hacia la Plaza Mayor, que también se encontraba llena de público. La Hermandad de Santa Teresa estuvo representada en esta ocasión por los portadores de la Cruz de Guía y las varas que abrieron el desfile mientras que, los Amigos de la Capa participaron con su presencia en representación de las distintas Fundaciones que realizó la Santa a lo largo de su vida. Más de un centenar de personas pudieron turnarse bajo las andas de las dos imágenes para su paso por las calles de la villa. Así, bajo las andas de Santa Teresa, hubo en todo momento una decena de personas que eran relevadas por otro grupo apenas unas decenas de metros después. Incluso en algunos relevos hubo mujeres al frente de las varas de las angarillas de la imagen. Bajo las andas de la reliquia del Santo Brazo hubo doce personas, aunque las rotaciones en los puestos de carga fueron menores. El final de la procesión devolvió la imagen de Santa Teresa a la cabecera de la iglesia de las Madres Carmelitas y el Santo Brazo al interior del museo que hay en el templo. La imagen se podrá visitar en la iglesia hasta el próximo día 22 cuando volverá a procesionar por las calles para regresar a la clausura del convento hasta agosto de 2010.
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