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Los más pequeños protagonizaron la mañana festiva de ayer, que pese a la amenaza de lluvia, permitió que se desarrollaran las actividades programadas. Así, a mediodía, en el momento en que el reloj del Ayuntamiento marcaba las doce en punto, la Plaza Mayor, llena de papás, niños y familias completas, se transformó y los pequeños comenzaron a correr y gritar ante la aparición de los cabezudos, que lejos de asustar a los chavales, comenzaron a jugar con ellos y repartirles globos de colores, en un animado pasacalles amenizado por el grupo musical El Pendón.
La diversión continuó con las actuaciones de magia, payasos, humor y malabares que dieron paso al tradicional encierro infantil. Y, mientras los pequeños más atrevidos hacían sus pases al "torito", los padres participaban en la degustación de truchas piszolla.
Por la tarde, la fiesta se centró en los deportes con los partidos de fútbol de exhibición entre un equipo inglés y otro madrileño y el de fútbol sala que disputó el Albense frente al Arganda. El coloquio taurino tras la corrida de toros, dio paso a la verbena del sábado con la Orquesta Esmeralda, a los toros de fuego sin y con buscapiés y al esperado espectáculo pirotécnico "Factum Flama" de Scura Splats.
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