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25 carmelitas procedentes de cuatro continentes vivieron con emoción su primer visita a Alba de Tormes por el clamor popular que se le tiene a la doctora de la Iglesia
Tanzania, Méjico, Italia, Bulgaria, Polonia, Líbano, Congo, Madagascar, Tailandia, Indonesia o la India son algunos de los destinos de los carmelitas descalzos estudiantes en el colegio de Roma, que conocieron por primera vez el lugar donde yacen los restos de Santa Teresa. “Sorprendidos” y “emocionados” fueron los dos sentimientos que envolvieron a los carmelitas en la procesión de Santa Teresa de Jesús por Alba de Tormes. El superior de los carmelitas en Roma, Gustavo Prats Sánchez-Cerragut señala como “en sus rostros se notaba una emoción diferente que no han experimentado en sus vidas”. Fue en el momento que comenzaron los “vivas” a Santa Teresa el que más impactó a los carmelitas. “Están acostumbrados al carácter espiritual de Santa Teresa pero no habían visto nunca un fervor popular como éste hacia la Santa”, recalca Prats. “Era impresionante verla rodeada de flores, y pisar los lugares donde estuvo ella”, recalcaba Prats. Minutos antes de la salida, los cánticos carmelitas resonaron en el interior del convento. Feligreses o no, la emoción embargó a todos los asistentes que asistieron a una interpretación vocal configurada por voces procedentes de todo el mundo. Un paso al frente que fue muy especial para un carmelita húngaro que renovó los votos y dio testimonio de su fe ante el pueblo de Alba
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