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Escrito de la empresa. La alcaldes dio a conocer en el pleno una carta de Hispaenergy en la que confirma definitivamente la inviabilidad de proyecto.
La alcaldesa de Alba de Tormes, Concepción Miguélez, respondió en el último pleno municipal a la nota buzoneada por el PSOE a los ciudadanos de la villa ducal a comienzos del pasado mes de julio. El asunto central de las inversiones, y al que mayor tiempo dedicó, fue la inviabilidad del proyecto de la planta de biodiésel. “Nos acusan de destruir un polígono industrial cuyo proyecto de urbanización aún no había sido pagado hasta que hemos llegado nosotros. El proyecto no se ha ejecutado porque hay un importe de 1.164.769 euros de un proyecto de Iberdrola para la concesión de la luz. En ningún momento hemos querido parar este proyecto sino que nos hemos puesto en contacto con la empresa Hispaenergy que es la empresa que iba a instalar la planta de biodiésel en este municipio, explicó Miguélez. La alcaldesa dio a conocer una carta recibida en el Ayuntamiento de Alba de Tormes por la cual la empresa indica la inviabilidad del proyecto de la planta de biodiésel por motivos técnicos, ya que a su juicio los terrenos son de calidad baja, lo que haría necesario trabajos que incrementarían el precio final de la cimentación aproximadamente un 120 por ciento. Además, considera que la acometida eléctrica proyectada era insuficiente, lo que conllevaría una ampliación posterior y otro aumento del precio final. Hay que recordar que la construcción de esta planta tiene desde hace varios años todos los trámites administrativos aprobados desde la Comisión Territorial de Urbanismo gracias a un Plan Parcial que aprobó la anterior urbanización. En este proyecto urbanístico se contemplaba la planta de biodiésel, dos complejos cárnicos y parcelas para un nuevo polígono industrial. Con todos los permisos, solo faltaba el visto bueno definitivo del Ayuntamiento pero el cambio de signo en la Corporación demoró su puesta en marcha, a lo que se ha unido la crisis cerealista mundial que afecta a todas las plantas de bioetanol, como la de Babilafuente, parada durante muchos meses, y a proyectos de plantas de biodiésel en el resto del país, cuya construcción ahora también esta desestimando por la falta de rentabilidad económica
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