|
“Han sido dos años horribles, muy difíciles”, explica Almudena Briz, hermana de la joven de 21 años Joana, que falleció a las 05.40 horas del domingo 12 de marzo del año 2006 tras ser atropellada en un paso de peatones del paseo de Canalejas por un conductor en estado de embriaguez, que se dio, además, a la fuga. Dentro de tres días, este hombre, M. F. S., funcionario del centro penitenciario de Topas, de 37 años, se sentará a partir de las 09.45 horas del jueves en el banquillo de los acusados para responder de estos hechos. “Tenemos muchas ganas de que llegue el día del juicio. Queremos que se haga Justicia”, explica Almudena, que lamenta que el acusado vaya a ser juzgado con el anterior Código Penal que prevé condenas más leves. “Vivir sin tu hermana es algo muy difícil y la Justicia no puede hacer nada para solucionarlo”. El atropello ocurrió cuando la joven, que residía en Alba de Tormes, se encontraba junto con su hermana gemela y una amiga en un paso de peatones ubicado frente al parque de La Alamedilla. Con prioridad de paso para los viandantes, según los testimonios, un Citröen C-4 conducido por el acusado se llevó por delante el cuerpo de la joven, que se desplazó hasta treinta metros. El conductor huyó en dirección el paseo de San Antonio, mientras su vehículo circulaba de lado a lado de la calzada, hasta colisionar con dos turismos que estaban estacionados en la calle San Estanislao de Kostka. El funcionario de Topas prosiguió con su fuga para dirigirse hasta su domicilio en la calle El Mariquelo, donde fue detenido por la Policía. “No he podido volver a ir de fiesta a Salamanca”, comenta Almudena, quien aquella noche no estaba junto a su hermana. Han sido dos años muy largos para ella y su familia.
|