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Vigésimo séptima edición. Los fieles recalaron en la plaza de Aldeaseca de la Frontera para realizar un simbólico acto encabezado por un buen número de vecinos del municipio. La marcha teresiana alcanzó ayer su máximo apogeo con la celebración de la tradicional ‘Comunión del Higo’. Emulando las andanzas que en su día realizó la Santa de Alba, un buen número de fieles se reunió ayer en la Plaza de Aldeaseca de la Frontera para comer el tradicional higo, evocando aquellos tres higos, único bocado que la Santa encontró para cenar en este pueblo, al que llegó de anochecida, muy enferma y postrada en una carreta. Los vecinos fueron los encargados de repartir este fruto entre todos los asistentes, que compartieron de esta manera una experiencia más de esta simbólica marcha. Tras su paso por las localidades de Medina del Campo, El Campillo, Carpio, Fresno el Viejo, Cantalapiedra, Palacios Rubios y Zorita de la Frontera, los caminantes recalaron ayer en Aldeaseca de la Frontera donde, tras celebrar este peculiar acto partieron hacia Nava de Sotrobal. Con el paso de los años esta marcha se ha convertido, como muchos de sus participantes aseguran, en una profunda experiencia humana y religiosa, claro ejemplo de convivencia y solidaridad, con el silencio, la oración y las celebraciones litúrgicas como principales protagonistas que marcan los pasos de un camino que también realizó la Santa.
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