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El déficit de materias primas que abastecen las plantas de bioetanol y biodiésel y su alto precio ponen en el punto de mira la evolución de las fábricas destinadas a producir energía limpia. España cuenta con cuatro plantas de bioetanol y 11 de biodiésel, a las que se sumarán 18 en construcción y 21 proyectadas, una en Alba de Tormes. La producción de materia prima de la que se surten –trigo, cebada y girasol- resulta insuficiente para abastecer la demanda. Planta de biodiésel en Alba de Tormes Las obras para poner en marcha este proyecto comenzarán a finales de marzo o comienzos de abril una vez que ayer se publicó en el Bocyl el visto bueno al estudio de impacto ambiental. La planta de biodiésel –promovida por la empresa Hispanergy- contará con una inversión de casi 26 millones. Se abastecerá principalmente de girasol -55.000 toneladas- con una producción de 20.000 toneladas anuales, y supondrá la creación de 24 puestos de trabajo directos y otros 300 indirectos. Además se prevén ingresos en la zona en torno a 23,1 millones, toda vez que el precio de compra de girasol está situado en 280-290 euros tonelada y a esta cifra de ingresos zonales por la actividad de cultivo de uso agroenergético hay que sumarle 7,2 millones en subvenciones. El complejo cárnico que se instalará en este sector -37.295 metros cuadrados de suelo industrial global- también recibió el visto bueno ambiental.
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